Nacimiento reversible

Hacía tiempo que venía buceando un poco asfixiado e icansablemente en busca del ansiado aire de las despedidas esperadas. Pero gracias a mis neurax y salvo pequeños ajustes, todo fue según lo previsto. Mi política de hechos consumados me permitió volver a predecir el futuro más incierto, pues logré superar la fatídica barrera de la velocidad real con un simple toque de volante, una pizca de hedonismo y todo el orgullo que me pude tragar de una lata de refresco. Y porque yo nunca perteneceré a la cultura esa de que el que más sabe es aquel que tarda menos en demostrarlo, no sufriré lo más mínimo tras la hecatombe intelectual que se avecina. No será como volver a nacer, será un nacimiento reversible.